¿DIOS HA MUERTO?.

Todos conocemos el llamado “ateísmo contemporáneo” y la gran influencia que han tenido en dicho movimiento, de entre otros, Engels y Marx y, en estos momentos, el de mayor influencia , Nietzsche y gran parte del movimiento científico, sea o no evolucionista.

Esta pregunta produce escalofríos mentales a cualquier persona con una cierta formación filosófica o religiosa y, más aún, si uno entiende que Dios debe ser el fundamento de todo lo que existe en concordancia o no con la Idea de bien de Platón. Pero, el grito de “Dios ha muerto”, fue lanzado por Nietzsche, refutando el pensamiento de Platón y refutando, según dicho pensador, la base platónica del cristianismo. Porque, para Platón, la máxima perfección residía en la idea de bien, de la que están participando limitadamente todos los seres de la realidad. Según Nietzsche, la Idea platónica de bien, fue heredada por el cristianismo (y por el judaísmo) identificándola con Dios.

Nietzsche consideró que, el Dios del cristianismo, no era otra cosa que la idea platónica del Bien, judaizada por la religión católica. Ciertamente esta idea del Bien Supremo, para Nietzsche está en conflicto con “la voluntad de poderío” propia del hombre libre, del señor que decide por su propia cuenta y es dueño de sus actos y que obra y decide por sí mismo sin que nadie le diga lo que tiene que hacer, porque, si no, en este último caso, sería un esclavo. El hombre libre, según Nietzsche, no tiene una norma moral a la que someterse, como no la tenían los dioses griegos, porque, entonces, no sería libre. Este autor dice expresamente que los dioses griegos eran inmorales y que su única norma era el éxito, es decir, lograr lo que se se desea conseguir, sin trabas morales, por eso mienten, prometen lo que no cumplen, fingen lo que no es.. etc,etc,.

Así mismo ocurría, según Nietzsche, con los propietarios agrícolas griegos, es decir, los señores, a quienes estaban sometidos los esclavos. Los sacerdotes y filósofos cristianos, quisieron sustituir a los señores e intentaron establecer una sociedad regida, primero por los filósofos, y en segundo lugar por la casta sacerdotal. Así, los sacerdotes judeo-cristianos predicaron las bienaventuranzas y los votos religiosos de perfección: De pobreza, castidad y obediencia. Sería un mundo de esclavos: Los pobres, los mansos, los que sufren persecución...

El propio Nietzsche ironiza preguntándose que qué sería del mundo si todos los seres humanos hicieran los tres votos de perfección citados, porque desaparecería la Humanidad entera. Un mundo sin relaciones reproductoras, de personas pobres y obedientes, sería un mundo agonizante.

Para Nietzsche, era necesario un mundo sin Dios, de personas libres e independientes, sin ataduras morales.... Ya notarán ustedes que leer a Nietzsche es fascinante y, en muchos aspectos, atractivo, pero, también desconcertante. Porque no deja de ser un problema enormemente serio proclamar un mundo sin Dios. Y defender que la religión esclaviza, porque, considero que no necesariamente tiene que ser así. Porque, también podría defenderse que “la verdad os hará libres” y que, ésta, la verdad, es imposible sin Dios, o, también, que es discutible que sólo sin Dios pueda alcanzarse la libertad.

Y usted ¿qué piensa?

Nota: Agradezco estar leyendo un libro en tres tomos titulado “EL ATEÍSMO CONTEMPORÁNEO” Editado por la Facultad Filosófica Salesiana de Roma, por su lucidez, por su objetividad, amplitud de miras y valentía. En Ediciones Cristiandad. Madrid. Es, a mi modo de ver, seriamente independiente y aconsejable.

Firmado José María Arrojo Hernández

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