Estoy leyendo un libro titulado: “Diálogo, revolución y ateísmo” de Jules Girardi, de ediciones ”Sígueme”, con el imprimatur de Mauro Rubio, en 1970, por el entonces Obispo de Salamanca, persona, para mí profundamente entrañable. Pero, el motivo de este artículo se fundamenta en la exposición que hace el autor del ateísmo como un problema profundamente humano y actual. Por lo que, la lectura de su libro, me ha hecho relacionarlo con un problema actual, que se refiere a la limpieza política en nuestro tiempo y en España.
Porque, no cabe duda de que, la sociabilidad es una necesidad humana, por lo que alguien lo ha definido como un “animal político”, entendiéndolo en el sentido de “animal social”. Dicho brevemente señalaremos que el ser humano no puede vivir ni desarrollarse adecuadamente sin la necesaria relación con la sociedad. La familia sería la primera célula de la Sociedad absolutamente necesaria para el desarrollo humano.
Pero, para que la sociedad se desarrolle adecuadamente, es imprescindible la veracidad. Es decir, el saber que la otra persona, cuando me habla, me está diciendo la verdad y que me debo fiar de ella. Esto es válido también para cuando la Sociedad está organizada en base a los partidos políticos. Los Partidos políticos tienen una gravísima obligación social de ser veraces y más, cuando la información social se fundamenta frecuentemente en dichos Partidos y también en los que participan en el Gobierno o en la llamada Oposición política. El lema a seguir debería ser: “La verdad por delante”.
Si así no fuera, la confusión y el desconcierto de los ciudadanos y de las ciudadanas sería total. Los ciudadanos de ambos sexos necesitamos tener fuentes de información veraces y un apoyo firme en el que confiar.
En estos momentos, no creo que el PP esté dando pruebas de que las personas que constituyen la ciudadanía, deban confiar él. El ocultamiento o el disimulo de una parte corrupta de la Sociedad española, representada por algunas personas del PP, con problemas con la Justicia, es un modo de dañar a la Sociedad y de maltratar la convivencia. Lo normal debería de ser el ir con la verdad por delante y facilitar sin obstáculos la acción de la Justicia. Y uno se pregunta: ¿Por qué no se hace? ¿Por qué no se presentan las cuentas claras y las cartas boca arriba?
¿No estamos viendo que se están dando datos falsos, informaciones engañosas y ocultamientos de la verdad necesarios para la confianza de la ciudadanía? ¿No son representantes del Pueblo quienes mienten? ¿Cómo quieren que nos fiemos de ellos? ¿No es un abuso sobre el Pueblo que necesita confianza y no engaños? ¿Hasta dónde tiene que llegar el engaño alevoso del Pueblo? ¿no conocen otra forma de hacer política más digna? Porque, fingiendo, no se llega a parte alguna. ¿Y usted qué piensa? ¿No conocen la frase que dice: ”La verdad os hará libres”? “Mejor sería saberla y cumplirla”. ¿No es cierto?.
07 octubre 2009
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