EL DINERO NO LO ES TODO

Me ha impresionado favorablemente el artículo en el que el propio galardonado, D. Juan Goytisolo explica el por qué de su renuncia al premio internacional de literatura dotado de 150.000 euros. “La financiación por la Yamahiriya Libia de Gadafi es la razón política y ética de mi renuncia al Galardón”.

Que un galardonado renuncie a una sustanciosa cantidad de dinero por razones políticas y éticas, es, además de una “rara avis” o cosa extraña, una excepción en la honestidad de un galardonado. Porque lo frecuente es centrarse en el galardón y no fijarse en otras cosas. Pero, esta vez, el galardonado ha pensado en la explotación del mundo árabe y en los abusos de poder, para renunciar a que le den el premio precisamente quienes ejercen dichos abusos. Con lo que, D. Juan Goytisolo, no estaba ética y políticamente de acuerdo.

Por todo lo cual, el galardonado, prefiere renunciar al galardón y al dinero, por razones éticas y políticas, poniendo de manifiesto que, el dinero, no lo es todo y que hay unos pueblos que deben ser tratados con la dignidad, con la justicia a la que tienen derecho, antes de que sus jefes políticos impartan galardones que no son coherentes con los propios hábitos sociales de los donantes, sino todo lo contrario.

Le ha importado más la limpieza ética de quienes le han adjudicado el premio, que la fama y la honra del mismo premio. Esto ha supuesto un juicio ético-político que todo galardonado debería asumir antes de recibir un premio. Así, D. Juan Goytisolo ha demostrado que hay necesidad de coherencia entre la ética política y la generosidad de los premios.

Pienso que muchos otros escritores hubieran recibido el premio sin otros reparos, pero, el ejemplo del autor galardonado, al rechazarlo, muestra que en el mundo triunfa algo más que los galardones y, ese algo, es la ética política del galardonado. Desde luego que no le habrá sido fácil al galardonado renunciar al premio, pero ha pesado más en su decisión la integridad ético-política.

Ya nos gustaría a muchos ser como él. Porque da envidia.


10 octubre 2009

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