ALGO SOBRE DESFILE, GUERRA Y PAZ

Me ha impresionado agradablemente el artículo de Miguel Angel Aguilar en “EL PAÍS” del Martes, 13 de Octubre, de 2009, pag.13, titulado: “El desfile”. Y me ha agradado especialmente, porque hace referencia al desfile militar superando la idea de “desfile victorioso” por la de “desfile de las fuerzas armadas” como fuerzas armadas del Estado español.

Para entenderlo bien, Franco lo llamaba,”El desfile de la Victoria”, es decir, el que recuerda la derrota´al final de ola guerra civil de las fuerzas del ejército rojo por las fuerzas nacionales franquistas. Insiste Miguel Angel Aguilar en que hoy ya no se habla de victorias y derrotas, sino de las fuerzas nacionales españolas. E insiste en que el general Gutiérrez Mellado se empeñó en cambiar el ejército franquista en ejército constitucional. Es decir: hubo que esperar a que el ejército fuera considerado legalmente como ejército de todos los españoles, para lo cual hubo que esperar a la Constitución reconciliadora de1978.

Franco había determinado en su día que se celebrara todos los años el desfile militar, al que llamaba “desfile de la victoria”. Era evidente que se trataba de un desfile que, sin decirlo, recordaba “a las dos Españas”, una derrotada y otra victoriosa para resaltar a la segunda y postergar a la primera. Por eso Gutiérrez Mellado reconoció constitucionalmente que hay una España de todos los españoles y las españolas. No la España de la guerra, sino la España de la reconciliación nacional en la que no se hable de vencedores y vencidos, sino de ciudadanos de ambos sexos; de la España de la reconciliación nacional.

Por lo cual dejó de hablarse de victorias y derrotas para hablarse de la España de todos, Continuó habiendo un desfile anual, pero ya dejó de llamarse “desfile de la victoria” para denominarse “desfile de las fuerzas armadas”, reconociendo así la labor y el esfuerzo del Ejército, para el bien de todos los ciudadano españoles de uno y otro sexo. Por eso, con toda la razón, el señor Aguilar, al final del artículo que comentamos, dice que, por eso las Fuerzas Armadas dejaron de formar parte de esa amenaza que impedía la recuperación de las libertades por parte de los españoles y pasaron a constituir una garantía para su pleno ejercicio.

Para no ser demasiado extenso, recordaré también la contribución de las Fuerzas Armadas en misiones internacionales de paz. El cambio, pues, es radical. Tenemos garantía de defensa de nuestra libertad y el apoyo de las fuerzas armadas. De una España así, creo que hay razones mil para alegrarse. Por eso terminaré con una exclamación interrogativa diciendo:¡¿Quién dijo miedo?!. Es como para, seriamente, alegrarse. Eso pienso.¡¡Gracias!!


20 octubre 2009


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