He leído los textos entrecomillados que publica el País (12 de junio pasado, en la página 46) con el título: “Cañizares pide a sus colegios que boicoteen la asignatura titulada “Educación para la Ciudadanía”
Sorprende que advierta a los padres de que los contenidos previstos para dicha asignatura entrarían en contradicción con su condición de católicos y, también, los Centros mismos que la aceptaren y a los que el Estado tampoco puede obligar a hacerlo, “si no fuese vulnerando el derecho a la libertad de enseñanza y a la libertad religiosa”. ¿No les parece indudable que el Primado ya dice a los padres y a los colegios católicos lo qué tienen que hacer?
Después añade que “os corresponde a los padres elegir y determinar el tipo de formación religiosa y moral que deseéis para vuestros hijos. Este es vuestro derecho primordial insustituible e inalienable. Os lo reconoce la Constitución. Por tanto, el Estado no puede imponer legítimamente ninguna formación de la conciencia moral de los alumnos al margen de la libre elección de vosotros, sus padres” Después de decir a los padres lo que tienen que hacer, dice que son ellos mismos los que tienen el derecho exclusivo a decidir.¿No parece una incongruencia?. Nótese, no obstante, que lo justifica apoyándose en Constitución. Luego, es la Constitución quien lo fundamenta y no otra cosa.
Pues bien. Esa misma Constitución, en el artículo 9, y, en el título I:”De los derechos y deberes fundamentales” 1.-”La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la Ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social”.En el nº 2.- Reconoce que las normas relativas a los derechos fundamentales y a la libertades reconocidas en la Constitución se interpretarán de acuerdo con la Declaración Universal de Derechos humanos y los tratados y acuerdos internacionales…. La larguísima exposición de los derechos y libertades comprendida en la Constitución española, tienen un impresionante contenido moral que, según parece, el Cardenal Cañizares “olvida”. Porque, una cosa es la religión y moral unidas y, otra muy distinta, el contenido moral de los derechos y libertades sin referencia religiosa. Cada derecho y libertad constitucionales son unos valores morales tan dignos como los religiosos. ¿Dice el Cardenal Cañizares que no hay derecho a enseñarlos? ¿Puede interpretarse que no se puede enseñar la Constitución española? ¿Sólo pueden hacerlo los padres? ¿No será más bien, una necesidad de alumnos y alumnas, les agrade o no a sus padres? ¿No tienen necesidad los educandos de ambos sexos de conocer la sociedad en que viven y los derechos y exigencias constitucionales? ¿No tienen los alumnos necesidad de convivir y relacionarse con las demás personas les guste o no a sus padres? ¿Queremos una educación antisocial? La Educación para la Ciudadanía pretende ayudar a los educandos de ambos sexos a comprender la Sociedad en que viven y a comprometerse como ciudadanos y ciudadanas. Nada más y nada menos. A pesar de que haya otras opiniones, como la de los anarquistas. Pero no creo que esto lo defienda el Cardenal Primado.¡Seguiremos!
Sorprende que advierta a los padres de que los contenidos previstos para dicha asignatura entrarían en contradicción con su condición de católicos y, también, los Centros mismos que la aceptaren y a los que el Estado tampoco puede obligar a hacerlo, “si no fuese vulnerando el derecho a la libertad de enseñanza y a la libertad religiosa”. ¿No les parece indudable que el Primado ya dice a los padres y a los colegios católicos lo qué tienen que hacer?
Después añade que “os corresponde a los padres elegir y determinar el tipo de formación religiosa y moral que deseéis para vuestros hijos. Este es vuestro derecho primordial insustituible e inalienable. Os lo reconoce la Constitución. Por tanto, el Estado no puede imponer legítimamente ninguna formación de la conciencia moral de los alumnos al margen de la libre elección de vosotros, sus padres” Después de decir a los padres lo que tienen que hacer, dice que son ellos mismos los que tienen el derecho exclusivo a decidir.¿No parece una incongruencia?. Nótese, no obstante, que lo justifica apoyándose en Constitución. Luego, es la Constitución quien lo fundamenta y no otra cosa.
Pues bien. Esa misma Constitución, en el artículo 9, y, en el título I:”De los derechos y deberes fundamentales” 1.-”La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la Ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social”.En el nº 2.- Reconoce que las normas relativas a los derechos fundamentales y a la libertades reconocidas en la Constitución se interpretarán de acuerdo con la Declaración Universal de Derechos humanos y los tratados y acuerdos internacionales…. La larguísima exposición de los derechos y libertades comprendida en la Constitución española, tienen un impresionante contenido moral que, según parece, el Cardenal Cañizares “olvida”. Porque, una cosa es la religión y moral unidas y, otra muy distinta, el contenido moral de los derechos y libertades sin referencia religiosa. Cada derecho y libertad constitucionales son unos valores morales tan dignos como los religiosos. ¿Dice el Cardenal Cañizares que no hay derecho a enseñarlos? ¿Puede interpretarse que no se puede enseñar la Constitución española? ¿Sólo pueden hacerlo los padres? ¿No será más bien, una necesidad de alumnos y alumnas, les agrade o no a sus padres? ¿No tienen necesidad los educandos de ambos sexos de conocer la sociedad en que viven y los derechos y exigencias constitucionales? ¿No tienen los alumnos necesidad de convivir y relacionarse con las demás personas les guste o no a sus padres? ¿Queremos una educación antisocial? La Educación para la Ciudadanía pretende ayudar a los educandos de ambos sexos a comprender la Sociedad en que viven y a comprometerse como ciudadanos y ciudadanas. Nada más y nada menos. A pesar de que haya otras opiniones, como la de los anarquistas. Pero no creo que esto lo defienda el Cardenal Primado.¡Seguiremos!
. 14 de Junio de 2008.
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