¿ O N D A S P O C O E V A N G É L I C A S ?

Transcribo el final del artículo editorial de El País del pasado sábado 21 de junio sobre la condena judicial del sr. Jiménez Losantos. El título del artículo es “Ondas poco evangélicas” y termina así:”Pero más allá de los aspectos jurídicos de la sentencia, que obligan a mantener abierto el debate sobre la penalización de la injuria, la condena jurídica de un locutor de la Cope, interpela directamente a la Conferencia Episcopal”
Pues bien, el final de un reciente escrito mío, aludiendo al asunto en cuestión, decía yo que daba tristeza que la Conferencia Episcopal española no hubiese tomado cartas en el asunto. Por lo que no se entiende que la Conferencia Episcopal considere que a pesar de ser la dueña de emisora, no tiene por qué intervenir en la libertad de expresión de un locutor que injuria y calumnia.
Me acuerdo de un periódico tan próximo a la Iglesia como fue “Ya”, que tenía un serio estilo y un compromiso informativo de fidelidad a la verdad y de respeto a la fiel información de sus lectores. Más de un disgusto tuvo el periódico en cuestión por dar noticias poco complacientes para el gobierno franquista, pero fieles estrictamente a la verdadera realidad. Sabía que era un diario católico y no se escudaba en subterfugios. Me acuerdo todavía de un artículo de Monseñor Iniesta delatando la falta de imparcialidad jurídica de los llamados “juicios de Burgos”. Monseñor Enrique y Tarancón defendió frente al Gobierno el criterio del Obispo en cuestión. Y, el periódico, no rectificó el criterio de quien escribió el artículo y no se escudó en subterfugios.
Protegerse y esconderse en el principio de que hay que respetar la libertad de información de sus locutores, cuando hay sentencia firme de un tribunal acusando a dicho locutor de infamia, de calumnia, de trato vejatorio etc. etc., supone olvidarse de que, de una emisora católica, se espera que actúe con dignidad y con respeto y que, si alguien actúa anti- evangélicamente, o rectifica públicamente o, de lo contrario, no puede tener cabida como informador en de dicha emisora. La explicación de la Conferencia Episcopal española, lavándose las manos, no sólo no satisface a nadie, sino que indigna a quienes escuchen dicha emisora. Pienso que la emisora de la Iglesia, no es una emisora más, sino una emisora políticamente independiente, universalista, que reconoce sus propios errores, humilde, dialogante, abierta a toda la Sociedad, evangélica y veraz. Así que, la disculpa, no cuela para los que esperan otra cosa más digna de una emisora de la Iglesia Católica. Creo yo.
.23 de Junio de 2008.

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