Espero que no cunda el pánico. No vamos a hablar de ningún monstruo antropomorfo, sino de algo más sencillo y menos imaginativo. Vamos a hablar, aunque sólo sea mediante un balbuceo, del “hombre masificado” o de la masificación moderna. Como es sabido, Ortega y Gasset, escribió una obra titulada “La rebelión de las masas”, haciéndonos ver que, el ser humano dejándose conducir, por un conjunto, más o menos numeroso de seres humanos, que actúan sin pensar y obran de forma uniforme, sin determinar sus acciones por sí mismos, sino dejándose arrastrar por los demás, es un hombre masa.
Parece que responden al dicho: ”¿A dónde va Vicente? .A donde va la gente”. Pero este “ir a donde va la gente” es lo característico de la llamada sociedad de masas, de la que son un fruto los llamados “medios de comunicación de masas”, a cuya influencia se le da una importancia decisiva. En esta sociedad, se pretende meter a todas las personas en un único cauce de comportamientos.
Eso hace que existan grandes centros comerciales y medios propagandísticos que pretenden conducir los deseos y las apetencias de toda la ciudadanía y hacer olvidar el cansancio y el agobio que produce la organización político-económico-social sobre la gran mayoría de los ciudadanos y de las ciudadanas. Por eso, cuando llegan cansados del trabajo, encuentran en la televisión (Medio de comunicación de masas) el descanso y el reposo de su tensión. Si quieren descansar y salir el fin de semana, ya encuentra anuncios de empresas de viajes que le facilitan el camino o que abren cauces para las vacaciones. En sus manos estamos.
La Escuela de Frankfurt, piénsese en Adorno, Horkheimer, Marcuse etc., se ocuparon de ello ampliamente y señalaron algunos rasgos de esta situación. Por ejemplo, El hombre masa no es consciente de que es conducido y gobernado por esa macro-organización que determina su vida. Le hace creer que obra libremente y obnubila su pensamiento haciéndole creer que es absolutamente libre. Apenas tiene tiempo y capacidad de crítica ni de experimentar su individualidad y autonomía. Está haciendo lo que hacen todas las demás personas, empujado, pero de manera que no se percate de que lo están conduciendo por donde le interesa a los poderes económicos.
Contra esto, no cabe otro camino que que haya alguien con capacidad de crítica que logre abrir la consciencia a quienes se hallan masificados. Importa que recuperen su individualidad y su capacidad de reflexión sobre sí mismos y que se percaten de que están dominados por una estructura socioeconómica que iguala a todas las personas e impide la diferencia, la real libertad y la crítica de la sociedad. Es importante que recuperemos nuestra individualidad como seres inteligentes y libres. ¿Lo lograremos? En nuestras manos, en nuestra inteligencia y en nuestra voluntad está. Aún así, será francamente difícil. Al menos, empecemos por saberlo, que no es poco.
Parece que responden al dicho: ”¿A dónde va Vicente? .A donde va la gente”. Pero este “ir a donde va la gente” es lo característico de la llamada sociedad de masas, de la que son un fruto los llamados “medios de comunicación de masas”, a cuya influencia se le da una importancia decisiva. En esta sociedad, se pretende meter a todas las personas en un único cauce de comportamientos.
Eso hace que existan grandes centros comerciales y medios propagandísticos que pretenden conducir los deseos y las apetencias de toda la ciudadanía y hacer olvidar el cansancio y el agobio que produce la organización político-económico-social sobre la gran mayoría de los ciudadanos y de las ciudadanas. Por eso, cuando llegan cansados del trabajo, encuentran en la televisión (Medio de comunicación de masas) el descanso y el reposo de su tensión. Si quieren descansar y salir el fin de semana, ya encuentra anuncios de empresas de viajes que le facilitan el camino o que abren cauces para las vacaciones. En sus manos estamos.
La Escuela de Frankfurt, piénsese en Adorno, Horkheimer, Marcuse etc., se ocuparon de ello ampliamente y señalaron algunos rasgos de esta situación. Por ejemplo, El hombre masa no es consciente de que es conducido y gobernado por esa macro-organización que determina su vida. Le hace creer que obra libremente y obnubila su pensamiento haciéndole creer que es absolutamente libre. Apenas tiene tiempo y capacidad de crítica ni de experimentar su individualidad y autonomía. Está haciendo lo que hacen todas las demás personas, empujado, pero de manera que no se percate de que lo están conduciendo por donde le interesa a los poderes económicos.
Contra esto, no cabe otro camino que que haya alguien con capacidad de crítica que logre abrir la consciencia a quienes se hallan masificados. Importa que recuperen su individualidad y su capacidad de reflexión sobre sí mismos y que se percaten de que están dominados por una estructura socioeconómica que iguala a todas las personas e impide la diferencia, la real libertad y la crítica de la sociedad. Es importante que recuperemos nuestra individualidad como seres inteligentes y libres. ¿Lo lograremos? En nuestras manos, en nuestra inteligencia y en nuestra voluntad está. Aún así, será francamente difícil. Al menos, empecemos por saberlo, que no es poco.
. 21 de Octubre de 2008 .
No hay comentarios:
Publicar un comentario