ARTILUGIOS, ARTIMAMAÑAS Y MALOS MODOS

Es sorprendente que hayan producido tanto impacto mediático las declaraciones de Rajoy sobre el desfile militar, al que dio el apelativo de “coñazo”, ignorando que los micrófonos estaban abiertos y las cámaras televisas enfocándolo para que se viera y oyera en toda España. Su disculpa consistió en decir que era una expresión “coloquial” y en hacer gala de su firme españolidad y su respeto y admiración al Ejército español. Parecía que no era importante lo que dijo, sino el hecho de que lo vieran y oyeran, es decir, “el qué dirán”.
Pero, el problema más serio, según creo, es algo que Rajoy proclama a bombo y platillo diciendo que él tiene que hacer oposición al Gobierno. Porque confunde “estar en la oposición” con “hacer oposición”. Son cosas muy distintas, porque, quien está en la oposición, no tiene por qué estar siempre ejerciendo oposición. Quien está en la oposición política no está ni tiene que estar en la actitud permanente de “de qué se trata que me niego”. Sino en la de ver lo que, a su juicio, está bien o está menos bien o mal. En hacer sugerencias que ayuden o mejoren las propuesta del Gobierno, en señalar los aciertos y los fallos. Si sólo se redujera a hacer oposición, sería una irracionalidad permanente. Porque, si bien, la “oposición política”, tiene una función de control y de crítica, también, la de sugerir las acciones de gobierno, que, a juicio de la misma, pudieran mejorar las actuales.
No se entiende que Rajoy se oponga a que el señor Rodríguez Zapatero participe junto a los restantes gobernantes europeos en un plan conjunto para superar la crisis económica. Han tenido que presionar los bancos al líder del PP para que rectifique. No se entiende que el PP se empecine en poner en el Tribunal Constitucional a unos candidatos, de cuya independencia, al parecer, hay motivos más que sobrados para dudar. Porque la independencia del Poder judicial, de hecho y de derecho debe ser, sin ningún género de duda indiscutible.
No se entiende que Rajoy intente presionar al Presidente del Gobierno navarro para que vote en la Cortes españolas en contra de la aceptación de los Presupuestos generales del Estado para obstaculizar su aprobación utilizando la presión como artilugio como medio de desgaste. Ni que decir tiene que la aprobación de los Presupuestos es algo muy importante para España. La estrategia de influir sobre UPN es una bajeza y una artimaña.
Resulta sorprendente que el PP, se aproveche de su situación exclusivamente para erosionar y no para ayudar a que España vaya mejor. Ayudando positivamente a España es como se demuestra el tan cacareado patriotismo. Parece evidente que al PP le falta obrar en positivo y no confundir estar en la oposición con negarse a todo. Porque las cosas no se hacen así. Si lo prefiere, cumpla, Sr. Rajoy, una de las funciones más importantes de la Oposición. No se trata de poner obstáculos ni intentar hacer ingobernable el país.¡Triste oposición sería! Sino, por el contrario, llevar a cabo una de las funciones más importantes de la Oposición Palamentaria, consistente en “contribuir a que el Gobierno,ahora y siempe, lo haga aún mejor”. ¡Todo para y por, el bien de España! Sería una noble y necesaria contribución patriótica.
. 15 de Octubre de 2008 .

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