¿ IGUALDAD DESPUÉS DE LA MUERTE ?

Hoy, cuando se habla de la transición política postfranquista, se ha visto que no se ha tratado con equidad y con justicia a los familiares y a los difuntos de ambos grupos de la guerra civil. Parecía que estábamos en el momento preciso de considerar a ambos bandos de la misma manera, sin discriminación alguna. Pero, la realidad ha sido que, los muertos de uno y otro bando de la guerra civil española, no se han tratado con un criterio de equidad y utilizando la misma vara de medir.
De ahí que muchísimas personas, como Rossana Reguillo, hija de padre replublicano, ingeniero mecánico y exiliado en Méjico, cuya hija reclama que España haga las paces con su pasado y que recupere la memoria histórica. En efecto, lo que se ha hecho es pasar el dato histórico por un borrador y hacer como que “aquí no ha pasado nada”. La “memoria histórica” se ha olvidado de si misma y ha recordado solamente lo que le interesaba a los vencedores de la guerra civil y no de los vencidos que lucharon y murieron por un España mejor y que fueron ninguneados por el franquismo, mientras que a los vencedores, se les abrieron las puertas de los altares celestiales.
Nadie ha intentado fijarse en los héroes de la guerra civil en la parte republicana y revindicar su sacrificio y su esfuerzo por lo que ellos consideraban que era una España mejor. Ni siquiera se ha intentado desenterrar a los muertos ni a hacerles un justo homenaje póstumo. Ahora, parece que intentan recuperar los cadáveres enterrados en las cunetas, ¿Es bastante con eso? ¿Hay que reconocer su sacrificio y las injusticias?
Estoy seguro de que, de entre los republicanos y asesinados, hay héroes y santos religiosos o ateos, pero dignos de todos los respetos. Y no parece justo que se recompense con el olvido a quienes murieron por lo que ellos consideraban y deseaban que fuera una España mejor. Porque, si se ha reconocido a los vencedores, habrá que reconocer a las víctimas del olvido. ¡Ah! Y recordarlos con honor no es otra cosa que hacer estrictamente justicia. Y todo, sin odio y sin subterfugios.
Así lo creo sinceramente. Tratar de modo semejante a los que lucharon y murieron por una España mejor es una forma de hacer justicia y de tratar igualmente a los iguales. Cosa que no se alcanzan ni lejanamnte con el olvido.

18 noviembre 2009

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