ESPAÑA COMO PATRIA COMÚN

Lo lógico sería buscar un modo pacífico de convivencia, sin marginar quienes no opinen de una manera diferente y reconocer que los otros ciudadanos tienen derecho a existir y a participar en la sociedad. No se trata, pues, de marginar a alguien, sino de convivir de modo que, las diferencias, no sean excluyentes. Que sean diferencias mutuamente aceptadas y, a su vez, con derechos recíprocamente reconocidos.

Porque lo “humano” es convivir en diálogo, en sinceridad, en mutua aceptación y en paz. Reconociendo que las diferencias, aunque existan, no sean excluyentes ni incluyan una especie sutil de “espíritu soterrado de venganza”. No parece justo que quienes trabajan y construyen con otros un país, sean mal vistos o maltratados de hecho. Hay que luchar por una unión social que supere el espíritu excluyente. No debe haber espíritu de violencia marginadora en una sociedad auténticamente humana. Hay que marginar la irracionalidad del odio. ¿Es, acaso, imposible? Pienso que hay mucho margen para convivir sin hacer daño al vecino de al lado.

Porque las relaciones entre seres humanos, deben siempre estar empapadas de comprensión, de diálogo, de verdadera humanidad. En este caso, ser humano, es de una importancia fundamental , porque nos hace posible convivir en lugar de “mal vivir”. Haciéndonos daño, no vamos a parte alguna ni es justo. Hay pues, que ser justos, como se debe ser. No hay, pues, una ética de la venganza, porque, por naturaleza, será absolutamente estéril. Sembrando odio no nacerá más que odio. Y, con él ¿podrá haber una sociedad sana? Usted me dirá.

También son un peligro para la solidaridad que necesitamos, los grupos constituidos por intereses meramente grupales, sean estos, económicos, autonómicos, empresariales o de partidos políticos cerrados en sí mismos. Pensar en España como nuestra Patria común, es importante para purificarnos de egolatrías y de grupos de presión nacionalistas centrífugos.

No creo que sea difícil sentirnos españoles unidos por la solidaridad que proporciona el compartir la Patria común. Sentir hondamente el amor a España puede ser purificante y enriquecedor para todas la personas españolas de ambos sexos y para sentir que amar a España es seriamente importante. Conviene también recordar que España es una realidad autonómica y que, cada Autonomía, teniendo una realidad propia, es una parte unida a la totalidad Española.

Hay ciertamente un margen de autonomía, pero sin olvidar que, dicha autonomía significa, a la vez que personalidad autonómica propia, un vínculo que supone un compromiso de unidad con las restantes Autonomías y una visión y sentimiento de España como Una y también como nuestra. Necesitamos tener una visión unitaria de las Autonomías que, aunque nos distinga unas de otras, formamos entre todas una gran unidad. Unidos todos los españoles y las españolas, estamos formando esa Patria común. Los separatismos centrífugos son un daño para España. Participar juntos, los españoles y las españolas en el bien de todos, es el mejor modo de amar y construir nuestra Patria común. Eso creo y deseo para mí y para los demás españoles. ¿Y usted qué piensa?.


05 octubre 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario